Resumen artículo
Para no repetir algunas de las cuestiones que ayer esbocé telegráficamente en mi intervención de inauguración, retomaría el lema de la mesa redonda el para qué, para quién y yo añadiría un tercero dónde, con una primera reflexión sobre el estado de situación del debate de las políticas de bienestar social. En mi opinión, ni en Europa, y menos aún en España, podemos hablar hoy de que las políticas de bienestar social han alcanzado su techo. Creo que, efectivamente, después de tanto años de desarrollar las políticas sociales hay que introducir modificaciones, proponer rectificaciones, pero nunca desde la óptica de pensar, por lo menos en España, que ya no se puede o no se debe avanzar más. Si debemos tener muy presente que en nuestro país el 67% del gasto público social se destina o se canaliza hacia programas o derechos con percepciones económicas, con pensiones de diversa gama, contributivas y no contributivas, prestaciones por desempleo, con ayudas económicas de carácter no periódico, etc. En definitiva, tenemos una estructura de bienestar social que bascula de manera muy sesgada en la prestación económica y menos, mucho menos, en las políticas activas de inserción, de rehabilitación, políticas integradoras en lo que llamaríamos protección activa.
Palabras Clave
política social; trabajo social; perspectiva integrada
Referencia normalizada (para citas)
Maravall Gómez-Allende, H. (1997). El trabajo social para que y para quién. Servicios Sociales y Política Social, 39, 57-60