Resumen artículo
Evaluar es medir. Se mide para relacionar una cantidad, valor, unidad, capacidad, etc. previamente determinada (metros, litros, voltios, y también visitas, gestiones, etc.) con otra que es la resultante. Dicha resultante, cuando se compara sobre ella misma, en otro momento o período posterior o anterior al actual, o con un mismo grupo de población, etc. da otro valor que se define como indicador. La OMS define los indicadores como variables que sirven para medir los cambios, es decir, son medidas indirectas o parciales de una situación compleja. En el Anuario estadístico 1998, los indicadores se definen como una operación estadística de síntesis. La evaluación en los servicios del sistema de bienestar social puede ser definida como un proceso continuo y dinámico, que parte de los objetivos establecidos para un periodo determinado de tiempo y se detiene en los resultados obtenidos dentro del mismo periodo, convirtiéndose en la base de una futura reformulación. Un proceso, según Hammer & Champy es un conjunto de actividades que recibe uno o más input y crea un producto de valor para el cliente. En este caso, la evaluación se nutre de toda la actividad realizada durante un periodo determinado y más allá de las palabras o buenas intenciones, justifica la existencia y/o continuidad de un servicio o programa.
Palabras Clave
evaluación; mejora de calidad; denuncia social
Referencia normalizada (para citas)
Colom Masfret, D. (2000). La evaluación: una herramienta de mejora de la calidad y de denuncia social ¿por qué no?. Servicios Sociales y Política Social, 50, 87-102