Resumen artículo
Cuatro años después de la segunda guerra mundial, la población femenina escuchaba por las emisoras de radio la urgente necesidad de volver al hogar. Las mujeres trabajaban en las fábricas de armamento, ocupaban oficios para los que parecían estar incapacitadas, el mercado de trabajo no las había puesto obstáculos a su camino, no existían problemas respecto a su fuerza física. Pero finalizada la contienda, la población masculina que había sido movilizada en el frente deberá recuperar su lugar de producción, afianzar el trabajo que hubo de abandonar para cumplir con la patria. Todos han de retornara las casillas originales -como se penaliza en el juego de la oca- y dar por sentado aquellos espacios que se han reservado socialmente a hombres y mujeres. Las mujeres deberán reconquistar su papel de madre, porque es urgente reparar los daños causados por la guerra y su lugar es su casa, encargada en exclusiva del cuidado de los suyos. en esta lógica, los varones deberán progresar de manera continuada para sustentar a su familia. en este escenario, donde las reglas cambian en función de quien las estipule, aparece en 1949 El segundo Sexo escrito por Simone de Beauvoir. Una filósofa que nos enseñaba a sospechar de lo estipulado socialmente, con el fin de que nos atreviéramos a ver detrás de las apariencias. Aún así, no las tenía todas consigo, porque no era fácil contar con una lectura sosegada, como nos lo advierte en su introducción: "Durante mucho tiempo dudé de escribir un libro sobre la mujer. El tema es irritante, sobre todo para las propias mujeres".
Palabras Clave
feminismo; trabajo social; perspectiva de género;
Referencia normalizada (para citas)
Murillo de la Vega, S. (1999). La perspectiva de Género en la práctica profesional del trabajo social. Servicios Sociales y Política Social, 45, 23-40